martes, 10 de mayo de 2011

Impacto y consecuencias para universidades japonesas

Ayer en el diario Japan Times salió un artículo diciendo que el 90% de los estudiantes extranjeros quieren quedarse en Japón. La encuesta se hizo del 22 al 26 de marzo y respondieron 392 estudiantes  (60% en carreras universitarias y 40% cursando posgrados). (La misma noticia salió hoy en castellano en IPC).

Hoy Japan Times sacó otra nota interesante que habla sobre las reformas necesarias en las universidades japonesas para que Japón vuelva a ser líder en innovación.

Algunos números:
  • Aproximadamente el 5% de los 353.000 profesores de tiempo completo en este país son extranjeros (o sea, unos 17.650 más o menos).
  • Antes del 11 de marzo, había 140.000 estudiantes extranjeros en las universidades de todo Japón. El Ministerio de Educación todavía no tiene cifras exactas de cuántos se quedaron (recordemos que muchos salieron temporariamente pero otros regresaron).
  • El gobierno japonés tenía la meta de elevar esa cifra a 300.000 estudiantes para el 2020, pero ahora tendrá que reconsiderarla.
  • Docenas de programas de intercambio y proyectos de investigación fueron postergados o cancelados.
  • Las universidades de Tohoku y Tsukuba son las únicas casas de estudios con notoriedad global que se encuentran cerca de las zonas del desastre. Las regiones afectadas son mayormente rurales y sólo contribuyen en un 7% al Producto Bruto Interno (PBI) de todo Japón. 


Análisis y consecuencias a largo plazo:
  • Antes del Gran Terremoto, un tercio de las universidades privadas de Japón estaban frente a la bancarrota o fusión con otras entidades por la disminución de alumnos. Es muy probable que venga una ola de fusiones de universidades.
  • El gobierno seguramente va a cortar los subsidios a las universidades públicas. Las matrículas y cuotas aumentarán, acelerando la competencia y la revisión de planes de estudio. La administración tendrá que ser hecha por profesionales en el tema, no académicos. (Aclaro que en Japón TODAS las universidades son pagas; "público" no significa "gratuito" como en algunos países.)
  • Puede que sea un efecto positivo para las instituciones que sobrevivan al cambio. Es un cambio que vendría de todos modos, pero tal vez se haya acelerado para bien. La realidad es que las universidades japonesas están bastante "retrasadas" en cuanto a internacionalización y nivel de estudios, comparado con las que ocupan los primeros puestos en el mundo. El desastre de ahora podría ser el inicio de una mayor colaboración con otros países asiáticos.
  • El Primer Ministro Kan dijo que investigaciones nuevas sobre energías "limpias" como la solar y de biomasa llevarán al país a la "resurrección". Esto también implicará confrontar la "elite del poder" (políticos, corporaciones y compañías de servicios) como Hitachi y Toshiba que dominan la industria nuclear.
  • Por otra parte, las grandes innovaciones sucedieron porque hubo tiempos de crisis. El detonante no es el dinero, sino la necesidad imperiosa de hacer algo para salir adelante.
Esperemos que Japón "resucite" a partir de grandes iniciativas del sector educativo. Desde ya, muchos estudiantes decidieron quedarse para apoyar la reconstrucción.
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