Además de los botones habituales para comprar las latas o "pet bottles" de bebidas, tiene otros dos botones, de 10 y 100 yenes. El que quiere donar, introduce el dinero y luego aprieta el botón del monto a donar. La máquina responde con voz femenina: Bokin arigato gozaimasu (Muchas gracias por su donación).
El dinero recaudado se dona completamente a la Cruz Roja de Japón. Lo recaudado hasta septiembre de este año será enviado a las zonas afectadas.
Un artículo de Nikkei informa además que una parte de las ventas de bebidas también serán donadas. Lo recaudado a partir de octubre va a ser usado en las actividades de la Cruz Roja. Cien máquinas se van a instalar en 3 prefecturas: Chiba, Ibaraki y Tochigi durante este año, la mayoría en escuelas e instituciones públicas. La empresa Coca-cola Bottling declaró: "Analizaremos instalarlas en todo el país luego de ver la efectividad de estas máquinas."
Según Wikipedia, Japón tiene 5.582.200 máquinas expendedoras, o sea, una cada 23 personas.
En el blog Japan Trends hay un comentario interesante sobre esta noticia:
Mientras que esta iniciativa ciertamente facilita la donación de dinero a través de las máquinas presentes en todas partes, puede ser aún más efectivo si los usuarios reciben algo por donar. Agregar un incentivo, por ejemplo, un prendedor de edición limitada que los donantes pueden usar con orgullo para mostrar su generosidad, puede hacer que más gente se separe de sus yenes. En última instancia, sería muy bueno ver máquinas expendedoras caritativas en lugar de una función agregada a las existentes. Recaudar fondos sería la característica principal de estas máquinas y se verían en la ciudad al igual que sus pares que venden bebidas.Yo pienso además que las donaciones deberían distribuirse de manera más rápida. Algunos diarios, como el Mainichi Shimbun dicen que sólo el 15% de las donaciones a la Cruz Roja y otras instituciones llegaron a los damnificados (Nota del 7 de junio). En cambio el diario Yomiuri del mes anterior informó que sólo el 30% fue distribuido (Nota del 23 de mayo). Sea cual fuere la cifra real, es una proporción muy baja y mucha gente sigue esperando para poder sostenerse.
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