El Arbol del Milagro, un pino convertido en símbolo de resistencia a la adversidad, del que les conté a principios de mayo, está por morir porque sus raíces están expuestas al agua del mar. El Centro de Investigación y Desarrollo de la Vegetación de Japón ha venido haciendo esfuerzos para que permanezca con vida, pero se va a abandonar este proyecto y reemplazarlo por un monumento, según informó el diario Asahi.
De todos modos, se tomaron brotes y semillas del pino para hacerlos crecer lejos del agua.
Hoy, en el diario Iwate Nippo salió la noticia de que afortunadamente los brotes están creciendo en un centro de investigaciones de Tsukuba perteneciente a la empresa Sumitomo Forestry. Actualmente tienen de 2 a 4 cm, y para poder plantarlos al aire libre tendrán que llegar a medir de 30 a 50 cm.
Se espera que estos "hijitos" del pino crezcan saludables y puedan ser plantados nuevamente en Rikuzentakata y zonas donde no llegaría un tsunami.
Una buena noticia, aunque habrá que esperar con mucha paciencia hasta que lleguen a convertirse en pinos como los que había en la costa de Rikuzentakata.
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