A pesar de todo el dolor que sufrimos, hay mucho por hacer. No sólo como voluntarios sino también en nuestros trabajos, en nuestras casas, en nuestra ciudad, para que Japón salga adelante. Esta es una oportunidad para que los japoneses, sobre todo los jóvenes, se den cuenta de lo que es importante.Mi amigo vivió varios años en Estados Unidos y tiene amigos y conocidos allá que le preguntaron: ¿cómo pueden seguir ahí con tanta calma y paciencia? A lo que él les contestó:
Si uno responde con calma, los demás también se calman. No ayudas al otro reaccionando emocionalmente. Lo que yo quiero hacer ahora es ayudar a los demás trabajando, y darle un ejemplo a mis hijos de que seguimos adelante.Me quedó grabado su mensaje. Los que nos quedamos a remarla, tenemos que seguir remando. La tragedia que al día de hoy (20/marzo/2011, 15 hs.) dejó 8133 muertos y contando los desaparecidos son más de 20.000 personas, nos va a dejar secuelas para siempre. Pero tenemos que seguir adelante con nuestras vidas.
A mí Japón me dio muchísimas cosas, y por eso elijo quedarme para contribuir a que salga adelante. Ojo, la Argentina también me dio muchísimo: me dio una educación y una base para mi carrera profesional, pude formarme en democracia y forjar amistades de toda la vida. Pero hoy en día siento que Japón me necesita más.