La semana que viene vamos a tener un nuevo Primer Ministro porque Naoto Kan dimitió hoy.
En su discurso Kan dijo que estaba renunciando como líder del Partido Democrático de Japón, con lo cual puso fin a su mandato como líder del país. En junio había prometido renunciar después de que los legisladores aprobaran un proyecto de ley sobre las energías renovables. El partido elegirá a un nuevo líder el lunes, que se convertirá en el sexto primer ministro desde 2006.
Kan logró sobrevivir apenas unos cuantos meses más que los 4 primeros ministros anteriores (Abe, Fukuda, Aso, Hatoyama) que duraron un año o menos.
Alguien me preguntó por qué los mandatarios japoneses renuncian tan pronto ante cualquier dificultad. Realmente no tengo la respuesta definitiva porque la política japonesa es muy intrincada con tradiciones y conexiones muy arraigadas, pero lo que puedo decir es que estamos en una situación en la que "nadie se hace cargo" porque tantos mandatarios de corto plazo no van a poder resolver los problemas de fondo que tiene el país.
Otro fenómeno que hay en Japón es que los medios de comunicación están plagados de encuestas de opinión que sacan conclusiones rápidas sobre la capacidad de dirigencia del Primer Ministro: que ayer la popularidad subió al 65% por eso estamos optimistas de que va a sacar la situación adelante, que hoy bajó 3 puntos y el panorama general es desalentador, que la popularidad bajó al 20% y ya nadie lo quiere ver, etc. Y así de alguna manera el público es manipulado...
También hay que decir que el Primer Ministro, por más que sea el presidente de su partido, no tiene mucha autoridad en el parlamento y hasta su gabinete y los del mismo partido le fallan.
Esperemos que el que venga la semana que viene nos dure más de un año....
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