Actualmente de 67 años, Nakagawa ya ha dibujado 829 retratos.
Foto de Shingo Kuzutani, Asahi Shimbun
En este sitio nos cuenta sobre su proyecto:
Cuando el terremoto, tsunami y derretimiento nuclear azotaron el noreste de Japón el 11 de marzo del 2011, resultando en 15000 muertos y 8200 personas aún desaparecidas, me sentí impotente para hacer algo por mi patria. Enviar dinero era la única cosa que podía pensar, a través del fondo establecido por "Japan Society" en Nueva York.
Ya había estado planeando visitar a mi familia en Japón durante esta primavera, para asistir al aniversario de la muerte de mi padre, lo cual se acostumbra en la tradición budista.
Decidí usar parte de este viaje para llevar a mi hijo Taro, de 14 años, a visitar la zona devastada juntos y verla con nuestros propios ojos. Cuando llegamos, Taro me dijo que era mucho peor que lo que había imaginado. Decidí dibujar retratos de la gente que estaba viviendo en los refugios, para darles un pequeño obsequio de alguien que vive lejos en los EE.UU.
Me acordé de que luego de los ataques terroristas del 11-septiembre en Nueva York, los chicos de Japón enviaron 1000 grullas de papel, un símbolo de sanidad y buena suerte, a la escuela de Taro. Pensé, ¡por qué no hacer 1000 retratos de la gente en el noreste de Japón! Sería una manera simbólica de hacerles saber que otros les prestan importancia, y que nos ayudamos mutuamente durante una crisis.
Entonces, con Taro fuimos a la Prefectura de Iwate donde fuimos asistidos por un grupo de ayuda humanitaria que nos coordinó visitas a escuelas y refugios. Comencé a dibujar retratos, y la respuesta fue abrumadora. Cuando me concentraba en mis sujetos, éstos empezaban a hablar, o a veces a llorar. Una señora me dijo que había perdido todas sus fotos familiares en el tsunami, y lo agradecida que estaba porque ahora su familia podría tener un retrato de ella.
Desde mayo, Nakagawa visitó las Prefecturas de Iwate y Miyagi, y esbozó los retratos de evacuados y voluntarios. En una visita reciente a Fukushima, se quedó durante una semana. Sus modelos incluyeron gente en varias etapas de la vida, desde las "Hula Girls" en el Spa Resort Hawaiians de Iwaki, hasta gente viviendo en casas temporarias.
Una de sus modelos fue Tomiyo Fujita, una residente de Koriyama, que cumplió 100 años cuatro días después del terremoto. "(El terremoto del 11 de marzo) fue el primero (de esa magnitud) en mis 100 años", recordó. "Todavía no me he recuperado de ese shock que duró dos días."
Foto de Asahi Shimbun
Su cara se ablandó cuando la lapicera de Nakagawa capturó su imagen. Pero cuando le preguntaron sobre sus nietos y familia, su mirada se tornó sombría. Su familia se había mudado a la Prefectura de Niigata, preocupada por la radiación sobre sus cuatro niños pequeños. "Los extraño", dijo Fujita.
Nakagawa dijo que fue alentado por la actitud alegre de la mayoría de sus modelos, a pesar de sus obvias tribulaciones.
"Las imágenes de Japón y Fukushima son frecuentemente transmitidas con tono negativo en los Estados Unidos. Yo quiero mostrar al mundo las caras sonrientes de la gente de Fukushima."
Nakagawa espera completar sus 1000 dibujos para el verano siguiente, que es cuando planea hacer exposiciones en todo EE.UU. Los retratos serán enviados a sus modelos luego de la exhibición.
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