sábado, 12 de noviembre de 2011

Periodistas entran a Fukushima Daiichi

El gobierno japonés y TEPCO permitieron por primera vez a la prensa visitar las instalaciones de la planta nuclear Fukushima Daiichi y del complejo J-Village, donde se alojan los trabajadores. Así salieron las respectivas notas en la TV japonesa, con la traducción de los puntos más importantes abajo:

J-Village - TV Asahi, viernes 11 de noviembre



El periodista Matsui explica que J-Village (Japan Football Village) es una institución que TEPCO construyó hace 14 años para que los ciudadanos de Fukushima disfrutaran del fútbol. El estadio tiene pasto natural y puede albergar a 5.000 espectadores, y existen 11 salas para prácticas. Actualmente hay unos 3.000 trabajadores alojados aquí.

Estos aparatos se denominan "gate monitors" y fueron introducidos este mes. En sólo 10 segundos pueden medir la radiación de las personas que entran a uno de ellos.

Esta otra imagen muestra cómo se elimina la radiación de los vehículos. Durante la filmación, llegó un tanque de las Fuerzas de Autodefensa, lo cual fue un poco sorpresivo inclusive para los periodistas.

A los trabajadores se los notó de ánimo y demostraron una actitud profesional cuando saludaban a los periodistas.
Entrevistaron a este trabajador que dijo:
"Fue una situación terrible (durante el terremoto). Tembló bastante, se cayeron muchas cosas al suelo. (En el reactor nro.4) había unas 1500 personas, que salieron todas de golpe. Comparado con las primeras semanas, el ambiente mejoró y se estabilizó."
Durante las 5 horas que TV Asahi estuvo en J-Village, se registraron 2 microsieverts de radiación. El periodista Matsui termina la nota diciendo "No es una cifra alta, nos hubiese gustado que abriesen este lugar al periodismo mucho antes.... Mañana entraremos por primera vez a Fukushima Daiichi. Voy a informar con precisión lo que vea con mis propios ojos."


Fukushima Daiichi - TBS News, sábado 12 de noviembre



Unos 30 periodistas y camarógrafos japoneses entraron equipados con trajes protectores y máscaras a la central nuclear Fukushima Daiichi. Al acercarse a la entrada, los empleados de TEPCO les pidieron que suspendieran la filmación "para protegerse de las sustancias radiactivas".

En esta imagen se ve a la derecha el reactor nro.3, casi destruido en su totalidad por la fuerza del tsunami, y a la izquierda, el edificio blanco en forma de casa es el reactor nro.1, recubierto.

Más adentro, se ve este muro de contención contra tsunamis, mantenido así durante 8 meses.

Los empleados de TEPCO que estaban en el autobús midieron la radiación en cada punto, y donde más radiación se registró es cerca del edificio de turbinas del lado que da al mar, con 300 microsieverts.
Ya dentro del edificio, se ve cómo se mide la radiación a los trabajadores.
Durante esta visita, estuvo presente el Ministro Hosono, quien brindó una conferencia junto al Director de Fukushima Daiichi, Masao Yoshida. Éste dijo: "La planta está estabilizada a niveles que pueden dar tranquilidad a los residentes de la zona, pero aún estamos en una situación delicada cuando hablamos de los trabajos realizados aquí."
Acerca del tiempo más difícil de superar: "La semana siguiente del 11 de marzo fue la peor. No sabía lo que iba a suceder, y estábamos haciendo todo lo humanamente posible. Muchas veces pensé que moriría."
Sobre los detalles, dijo que informó al Comité de Investigación del gobierno y no quiso contestar. Luego, aclarando que son sus opiniones personales, declaró: "Nuestros supuestos fueron débiles, por ello es necesario preparar mejor las instalaciones y entrenamiento en otras plantas nucleares teniendo en cuenta este evento."

La visita de los periodistas duró 3 horas y media, y la radiación que recibieron durante este lapso fue de 54 microsieverts.

A la noche, en el J-Village, el periodista de Asahi conversa con su colega Kikegawa quien estuvo dentro de Fukushima Daiichi. Kikegawa muestra el equipo protector que tuvo que ponerse durante las 3 horas y media, y comenta que tuvo mucho calor y casi no podía escuchar nada, por ello sintió en carne propia el sacrificio de los trabajadores.


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