Esta carta fue traducida del japonés al inglés por Hiroko Tabuchi (periodista del New York Times) y difundida a través de su Twitter (@HirokoTabuchi) el día de ayer. La versión en inglés está en
este documento de Google Docs, y la traducción del inglés al castellano en
este post de un foro (sea quien seas,
gracias, me ahorraste un trabajo!).
Carta de una madre de Fukushima
Cuando Tomoko-san, madre de dos hijos en la ciudad de Fukushima, escuchó de un trabajador de una ONG que iba a ser en Fukushima para informar sobre una historia acerca de los niveles de radiación en las escuelas locales, tuvo la amabilidad de dedicar su tiempo para hablar conmigo, y me entregó esta carta. Le prometí traducirla y compartirlo con ustedes, así que aquí está:
Para las personas en los Estados Unidos y en todo el mundo,
Lo siento mucho por el uranio y el plutonio que Japón ha lanzado en el medio ambiente. Las consecuencias de Fukushima ya han dado la vuelta al mundo varias veces, llegando a Hawaii, Alaska, e incluso Nueva York.
Vivimos a 60 kilómetros (37 millas) de la planta y nuestras casas han sido contaminadas más allá de los niveles vistos en Chernobyl. El cesio-137 se encuentran en el suelo estará aquí durante 30 años. Pero el gobierno no nos ayuda. Dicen que nos quedemos. Le dicen a nuestros hijos que se pongan las máscaras y los sombreros y sigan yendo a la escuela.
Este verano, nuestros hijos no podrán ir a nadar. No podrán jugar al aire libre. No pueden comer deliciosos melocotones Fukushima. Ni siquiera pueden comer el arroz que los agricultores de Fukushima están produciendo. No pueden ir a visitar los hermosos ríos de Fukushima, las montañas y los lagos. Esto me entristece. Esto me llena de tanto pesar.
En cambio, nuestros hijos van a pasar el verano en sus aulas, sin aire acondicionado, sudando mientras intentan concentrarse en sus lecciones. Ni siquiera sabemos la cantidad de radiación a la que ya han sido expuestos.
Yo tenía ocho años cuando la planta de Fukushima Daiichi se abrió. Si yo hubiera entendido lo que estaban construyendo, habría luchado en contra de ella. No me di cuenta de que contenía los peligros que amenazan a mis hijos, hijos de mis hijos y sus hijos.
Agradezco toda la ayuda que todo el mundo nos ha enviado.
Ahora, lo que les pedimos es que hablen en contra del gobierno japonés. Presiónenles a hacer algo. Díganles hagan de proteger a los niños su principal prioridad.
Muchas gracias,
Tomoko Hatsuzawa
Ciudad de Fukushima
25 de mayo 2011
[Traducida al inglés por Hiroko Tabuchi]