domingo, 22 de mayo de 2011

Predicciones de terremotos

Ayer regresé de Osaka y llegué casi a la medianoche a mi casa. Y hoy me desperté como a las 7 de la mañana gracias a un terremoto con epicentro en Chiba.

No muy fuerte (Shindo 4) ni largo, pero lo suficientemente notorio para sacudirme y levantarme un domingo bien temprano. Hacía semanas que no teníamos temblores importantes. De todos modos las revistas de interés general (ej. AERA, Shukan Diamond, WEDGE, etc.) siguen publicando artículos sobre cómo prepararse/protegerse, y las varias predicciones de terremotos grandes.

Acerca de las predicciones de terremotos, sigue habiendo mucha controversia sobre la eficacia de los diversos métodos y no se puede decir a ciencia cierta cuándo vendrá un terremoto grande. Por ahora es todo cuestión de probabilidades.

Un artículo de BBC Mundo dice:
Los sismólogos analizan con atención los movimientos de las rocas en torno a las fallas telúricas para evaluar dónde se está acumulando la presión, lo que puede servir de aviso de última hora en el sentido literal. (...) En Japón y en California, hay científicos que buscan señales en las rocas. Es posible obtener una advertencia de hasta 30 segundos antes de que suceda un terremoto, tiempo suficiente para abrir las puertas en una estación de bomberos, para que se pueda salir a auxiliar a la población tan pronto termine el sismo (...) Sin embargo, cualquier predicción a más largo plazo es mucho más difícil.

Un profesor de la Universidad de Tokio también dijo el mes pasado que Japón tiene que parar de predecir terremotos, porque:
Todo Japón está en riesgo de sufrir terremotos, y el actual estado de la ciencia sismológica no nos permite diferenciar con confianza el nivel de riesgo en áreas geográficas particulares.
(el artículo completo en inglés está en este sitio (PDF) y en japonés en este otro)

Y la revista Science, el 20 de mayo publicó que se puede estar gestando otro desastre grande, más cerca de Tokio, aunque los investigadores son conscientes de sus limitaciones porque los movimientos de las placas son irregulares y el terremoto del 11 de marzo no pudo predecirse.

Por el momento lo único que podemos hacer con certeza es seguir preparados para cualquier emergencia.
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