Es un día nublado y lluvioso en todo Japón. A dos meses del terremoto y tsunami, hoy no puedo hacer más que dedicar un momento de silencio en honor a las víctimas, y seguir deseando que los evacuados puedan volver a recuperar sus vidas.
Según esta nota de un medio español (original de la Agencia EFE) y lo que anunció NHK hoy, los muertos ascienden a 14.949 y los desaparecidos a 9.880. Además, los evacuados llegan a casi 120.000 personas en todo el país, quienes siguen con incertidumbre de no saber dónde van a poder vivir o trabajar, con dolor por la pérdida de sus seres queridos, y acumulando estrés por no tener privacidad.
Yo sé lo que es perder a seres queridos (aunque no en un desastre natural), pero no tengo idea de cómo se siente uno al ser despojado de todo lo material (toco madera que nunca me pasó...). Para darnos una idea mínima, el diario Mainichi publicó una serie de fotos de damnificados, pidiéndole que muestren sus "tesoros". La colección de fotos se llama いま、あなたの宝物は何ですか? (En este momento, ¿cuál es tu tesoro?) y muestra gente de todas las edades exhibiendo y explicando sus "tesoros" después de haberlo perdido todo.
Además, durante estos dos meses, en todos los medios de comunicación a cada rato dicen "Gambarou (Sigamos adelante)". Por otro lado, leí varios blogs y foros donde escriben "los damnificados están cansados de que les digan gambarou, ellos ya vinieron haciendo esfuerzos sobrehumanos desde el 11 de marzo". Y es cierto, uno tiene que tener sensibilidad hacia una persona que siente ese dolor, acompañándola y escuchándola en vez de decirle a cada rato gambarou porque puede ser contraproducente.
El proceso de duelo de Japón va a llevar varios años, y los que estamos con vida tenemos que seguir viviéndola y ayudando a otros a optar por la vida. Como decía la canción de Marilina Ross: Aunque no lo veamos, el sol siempre está.