martes, 5 de abril de 2011

Restricción de festejos

Hoy leí varias noticias y opiniones sobre jishuku (自粛), que en japonés significa "auto-restricción" e implica una actitud voluntaria de sacrificar el deseo de consumir cosas banales o festejar.

Desde que el gobernador de Tokio Shintaro Ishihara dijo que “no es tiempo para festejar en el parque mirando los cerezos en flor”, no dejan festejar la primavera en los parques y se cancelaron muchos eventos, incluso el Festival de Fuegos Artificiales de la Bahía de Tokio programado para agosto. Pero en Tokio hay mucha gente que no está de acuerdo con que su gobernador les imponga una "auto-restricción voluntaria". Después de todo, son las palabras del mismo tipo que dijo que "el tsunami es un castigo divino" y tuvo que pedir disculpas. Acá y en la China, la gente no se olvida de estas cosas...

Un post en el blog de JapanTimes decía:

Es verdad que todavía hay mucho sufrimiento en Tohoku, pero no le hace bien a nadie sentirse culpable por querer salir y gastar. Los pequeños negocios como restaurantes y bares son los que están siendo más afectados.
Cuando pasó el terremoto de Kobe en 1995, Osaka (a 42 km) casi no fue afectada y el sentimiento de jishuku duró más o menos un mes. Después se dieron cuenta de que para recuperar la economía tenían que organizar sus festivales e invitar a la gente a participar, lo cual ayudó a Kobe a recuperarse.
Inclusive el pedido de cerrar los almacenes “kombini” de Tokio durante la noche no tiene mucho sentido. El ahorro de energía es para los horarios pico porque no pueden suministrar la cantidad suficiente de electricidad, entonces no hace mucha diferencia que cierren por la noche. Lo mismo sobre el pedido de apagar las máquinas expendedoras de bebidas, que nos estaban dando el servicio de iluminar las calles de noche.
Aún con todo el odio que le tenemos a Tepco en estos momentos, es importante que ellos ganen dinero porque van a tener que indemnizar a los damnificados de Fukushima. Cuanto menos recauden de las tarifas eléctricas, menos van a poder pagar, y el faltante va a ser compensado por el gobierno central. Entonces, todos vamos a pagar por los errores de Tepco, sea a través de las cuentas de luz o los impuestos. Al menos si pagamos las cuentas de luz, lo disfrutamos y en ese proceso ayudamos a la economía.
Los autores tienen razón. Tenemos que buscar un equilibrio, gastar sin sentirnos culpables y disfrutar de cada día de nuestras vidas. Hace 3 semanas todos pensamos que no íbamos a tener otra primavera. Una buena forma de no sentirse culpables es donando primero a las instituciones que están trabajando en Tohoku y después comprar lo que uno quiere.

Otros datos, según BusinessWeek:
  • Se estima que los cortes de luz y otras medidas de conservación de la energía van a reducir el aporte de las industrias manufactureras al producto bruto interno de Japón en 60 millones de dólares.
  • Compañías como Nissan y Hitachi están viendo cómo reprogramar su producción, porque algunas de sus plantas sufrieron destrozos o tienen cortes de luz.
  • La compañía cervecera Asahi Beer no produjo nada de cerveza en su planta de Kanto desde el terremoto y tuvo que arreglárselas para producir mayores cantidades en sus otras refinerías.
  • La región de Kansai (oeste de Japón) cuenta con mucha energía pero el problema es la frecuencia: usan 60 hertz en lugar de los 50 hertz en el resto del país, entonces no todo se puede trasladar allá.
  • La Torre de Tokio se había doblado en el terremoto y la arreglaron, pero no la iluminan de noche.
  • Los negocios de Akihabara, conocidos por sus carteles luminosos y parlantes estridentes, trabajan en penumbras y voz baja.
  • El Emperador y la Emperatriz tienen cortes de luz en el Palacio Imperial.